OBJETIVO

RELAF, con sus socios y aliados, desarrollará el seminario como espacio para el intercambio de información y experiencias innovadoras, la capacitación sobre la base de las herramientas técnicas generadas en el marco de las cooperaciones técnicas, la evaluación conjunta de la situación regional a partir del monitoreo de los resultados de procesos en curso y la reafirmación de los compromisos establecidos en seminarios anteriores.

SEMINARIO

Encrucijada actual

Desde la sanción de la Convención de los Derechos del Niño, hace 35 años, la comunidad internacional ha reconocido la necesidad de vivir en familia como una condición indispensable para el desarrollo pleno de niñas, niños y adolescentes. Garantizar esta necesidad convertida en derecho es una obligación conjunta de las familias, la sociedad y los estados. Las Directrices de las Naciones Unidas sobre las modalidades alternativas de cuidado de los niños, del año 2010, recogen este principio. La comunidad internacional activa en este tema tiene en los lineamientos de las Directrices la referencia para llevar adelante la preparación y la adecuación de los Sistemas de Protección Integral de la infancia, que deben tener mecanismos concretos para la garantía del derecho a vivir en familia y su restitución, cuando este ha sido vulnerado.

En los últimos 15 años, sobre la base de esfuerzos importantes de los gobiernos de la región, y con el apoyo de la cooperación internacional experta, se han logrado resultados notables en materia de preparación y ejecución de programas de apoyo a las familias de origen en el marco de la seguridad social, la creación y reforma de los programas de fortalecimiento y de acogimiento familiar, y las mejoras en la práctica de la adopción nacional e internacional. Todos estos resultados se deben a la tarea de sensibilización e incidencia desarrollada por las entidades responsables de la cooperación, el liderazgo y el compromiso de las autoridades políticas que han destinado recursos materiales y humanos.

RELAF, como entidad líder y experta en la región –junto con sus socios y aliados–, ha podido establecer procesos sostenidos que permitieron establecer una base sólida: contar con herramientas técnicas y recursos humanos idóneos. Es necesario visibilizar esta base, a fin de dar continuidad y profundizar los cambios pendientes.

El terreno ganado, en una región en la que las problemáticas sociales, culturales, económicas y políticas que atraviesan las familias y comunidades están presentes y adoptan formas cambiantes, requiere vigilancia para no retroceder y seguir avanzando. Es necesario que la comunidad internacional protectora de los derechos de la infancia sea solidaria, y esté activa y dispuesta a fortalecerse para el cumplimiento de sus responsabilidades sectoriales. La infancia y la adolescencia sin cuidados parentales apropiados debe ser una prioridad en la agenda de los actores en sus distintos niveles: decisores, expertos y profesionales operadores de las políticas públicas.