En la instancia de trabajo a cargo de Federico Kapustiansky y Miguel Sorbello se realizaron cuatro talleres de aplicación de las versiones amigables de las Directrices para operadores. Los participantes fueron más de 80 personas de diferentes ámbitos de cuidado de los derechos de los niños, como son las OPD (Oficina de protección de derechos), los operadores de Hogares, las FAE (Familias de Acogida Especializadas) y los supervisores de los diversos programas de SENAME. Es importante destacar la participación de la quinta región del país (Valparaíso y alrededores), con un interesante recorrido en la adecuación de sus prácticas. La dinámica de los talleres apuntó a la reflexión a partir de las experiencias de cada profesional y la posterior puesta en relación con los lineamientos que se desprenden de las Versiones Amigables.
Además, se realizaron tres talleres con adolescentes entre 12 y 18 años. El primero de ellos contó con la participación de 17 jóvenes de Aldeas Infantiles, Fundación Hogares Evangélicos de Chile y Posada del niño. En este encuentro, los puntos más importantes de debate fueron el desconocimiento de los motivos de la separación familiar y la problemática de los largos periodos de institucionalización. Este último tema surgió también en otro de los talleres con adolescentes, donde el problema sobresalió no solo por el hecho de vivir en un hogar por años, sino por las reflexiones que los niños hicieron en relación a sus vivencias de privación de libertad. Por ejemplo, la desconexión que experimentan a diario sobre sus familias de origen y la discriminación que viven en los colegios por no vivir en una familia. Por su parte, otro de los talleres reunió a 20 adolescentes bajo los cuidados familias de acogida. En este caso, la atención de los jóvenes, al leer las versiones amigables, se centró en diferenciar los cuidados en familia y en una institución, destacando la ventaja del cuidado familiar en cuanto a la promoción de derechos, contacto con su familia de origen, autonomía progresiva y construcción de espacios de diálogo, entre otros.
Encuentros con decisores, debates con especialistas y experiencias de operadores y jóvenes fueron los ejes de estos dos nuevos avances de la Prueba Piloto en Chile. Un trabajo arduo conducido por Relaf, Unicef y SENAME, con vistas a toda la región.